Quiero seguir trabajando, pero… soy mamá. ¿Qué hago?

«Tristemente, descubrí que la publicidad es injusta para el sexo femenino, pues es una de las profesiones más bitch que puedan imaginar, es celosa, absorbente, cero comprensiva y le amarga cañón compartir con la familia»

Del amor al desencanto

Hace unos años cuando era “LA” publicista que adoraba su profesión, no tenía horarios y se la pasaba bomba en su tiempo libre; jamás pasó por mi cabeza que al tener a mi primer hijo, todo el teatrito se me iría abajo.

Tristemente descubrí que la publicidad es injusta para el sexo femenino, pues es una de las profesiones más bitch que puedan imaginar, es celosa, absorbente, cero comprensiva y le amarga cañón compartir con la familia. Y no es que sea imposible compaginar casita feliz con agencita de publicidad contenta, pero sí se vuelve una competencia tipo iron girl, porque lo que más necesitas es resistencia.

Odio decirlo, pero yo no resistí, aunque lo intenté. Así que tuve que abandonar a mi amada profesión por mi nuevo amado, mi pequeño hijo. Por años traté de regresar al medio, pero sinceramente éste te hace el “fuchi” cuando saben que eres mamá.

Un paraíso escondido

Después de algún tiempo me harté y decidí que yo era quien debía encontrar mi propio camino y opté por emprender y utilizar todas las herramientas creativas que había aprendido tiempo antes. Ahora el reto era, cómo hacerle para trabajar siendo jefa, colaboradora y asistente de mí misma y con dos hijos divinos altamente demandantes.

Pero como dicen por ahí, Dios aprieta pero no ahorca, y cuando estaba a punto de la asfixia, encontré Playmommy, una empresa social que crea servicios y centros de desarrollo para mujeres emprendedoras con un espacio de co-working con estancia infantil enfocada a niños de cero a seis años. En pocas palabras, el paraíso soñado de las madres que han iniciado un negocio propio o son freelancers.

Y cómo no ponerse feliz, si esta opción representa volver a la vida laboral sin tener el alma en vilo agobiada por correr al cole por los pequeños, lamentarse de que los regresen de la guardería, sentirse la peor mamá por abandonarlos horas con los abuelos o simplemente vivir estresada por tener que entregar un trabajo y no contar con un alma caritativa y confiable cerca para dejarle a los críos.

Playmommy Center ofrece la posibilidad de trabajar en proyectos propios, aprender habilidades creativas para vincularse afectivamente de manera positiva con los niños y, por si fuera poco, brinda acceso a increíbles posibilidades de networking, algo que es vital cuando estás emprendiendo.

            1. Playmommy dentro de Startup México 2. Lia Fal 3. Chitititos 4. Six Degrees 5. Seahorse Baby 6. Thinkspace

Mamás felices, niños felices

Actualmente en el centro coincidimos varias emprendedoras con proyectos muy interesantes, donde con frecuencia nos encontramos acompañadas alegremente por nuestros chicles, es decir, nuestros retoños. Aquí conocí a:

Seahorse Baby, que nació cuando su fundadora esperaba a su primera hija y no había información suficiente en México sobre porteo, el arte de cargar a los bebés en fular o rebozo, por lo que decidió crear su propia línea de portabebés y “enrebozar a cientos de mamás y bebés”, además de organizar grupos de porteo.

Thinkspace, una escuela para padres y consultoría, para encontrar respuestas a las interrogantes en torno a la maternidad, la paternidad y todo lo que ocurre al interior de la familia; idea que surgió cuando su fundadora estando embarazada, comenzó a cuestionarse sobre la situación actual y la educación infantil, por lo que decidió abrir este espacio para ayudar a establecer relaciones más sanas entre padres e hijos.

Lia Fal, línea de ropa y joyería inspirada en aquellas madres que tienen tal conexión con sus pequeñas que buscan incluso vestirse igual. Este proyecto ofrece originales prendas para madres e hijas para que ambas luzcan como gemelas, pero de distinta generación. Una idea que yo conocía de tiendas en Estados Unidos, pero que ahora está confeccionando orgullosamente una mujer mexicana.

Chitititos, una tienda en línea que vende accesorios y fulares espectaculares, con diseños que de verdad uno desearía portar. Nada de cursilería de bebés, sino por el contrario, con telas y estampados muy originales que incluso los papás utilizan felizmente.

Y finalmente, estoy yo con Six Degrees, una tienda en línea de Reestrenables infantiles donde los papás pueden vender ropa que sus niños usaron muy poco y está impecable o comprar prendas de excelentes marcas y calidad, hasta 80% más baratas. O incluso donar ropa a niños de escasos recursos.

El mensaje que quiero dejarles es: Si son mamás que mueren por volver a la vida laboral o la necesidad de ser autosuficientes es apremiante y están dispuestas a emprender o ser freelancers, Playmommy es una maravillosa opción, porque les permite disfrutar y abrazar la maternidad y la carrera laboral, sin que se convierta en un dolor de cabeza insufrible.

En conclusión, así como el dicho reza: «Hay vida después de la muerte», yo diría «Hay mamás profesionistas, después de los hijos»

«Cada vez que se te acaben las fuerzas de seguir adelante, respira profundo, mira a tus pequeños a los ojos y muéstrate como la heroína que eres»